miércoles, 7 de diciembre de 2011

love is not only in the air, also in the water

-¡Ven, vamos!
Y me coge de la mano y echamos a correr entre la gente. Turista, extranjeros, gente de color, alemanes, franceses, españoles y algún que otro italiano. Yo casi tropiezo, pero él me arrastra con su increíble entusiasmo.
-¡Venga, venga, que ya casi hemos llegado!
y yo corro y me río y trato de seguirle el paso, y al final nos paramos delante de la fontana como dos perfectos turistas.
-¿Estás lista? Toma.
Me da una moneda y a continuación se da media vuelta, cierra los ojos y tira la suya hacia atrás por encima del hombro. Lo imito. Cerro los ojos, pido un deseo y mi moneda vuela muy alta, gira y gira y, y acto seguido, cae lejos en el agua y lentamente, haciendo un extraño remolino, toca fondo. Nos miramos a los ojos. Puede que hayamos pedido el mismo deseo. Él, en cambio, parece más seguro que yo. Es más , no tiene ninguna duda.


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